En Andalucia, la consejería de educación y la de salud comparten la responsabilidad de atender a niños con dificultades en su desarrollo cuando los niños tienen entre 3 y 6 años.
En este tramo, cuando cursan 2º ciclo de educación infantil, un niño puede ser diagnosticado por los profesionales de salud como sujeto suceptible de recibir atención temprana por padecer un trastorno del desarrollo y, a su vez, por los especialistas de educación (los equipos de orientación educativa) como alumno de necesidades educativas especiales. Si es el caso, los profesionales de ambas administraciones determinan la atención del menor por unos profesionales que deberán tratar de desarrollar su máxima potencialidad. Responsabilidades comunes para especialistas distintos ¿Podemos considerarlos intercambiables?
En ocasiones los perfiles profesionales son diferentes, por ejemplo no existe en los centros la figura del fisioterapeuta que sí puede existir en los centros de atención temprana. Tampoco la del logopeda, sino la del maestro de audición y lenguaje con una formación y un campo de actuación más restringidos que la de aquél.
Aunque en otros casos son coincidentes, caso del psicopedagogo, psicólogo, pedagogo, maestro, en educación no ejercen desde el punto de vista clínico. ¿Por tanto podríamos afirmar que el tratamiento dado es completamente intercambiable?
En mi opinión en ocasiones sí. En muchas ocasiones un tratamiento dado por un estimulador o incluso por un logopeda es prácticamente el mismo que el que da en el centro el profesorado especialista en pedagogía terapética o en audición y lenguaje.
Sólo en estos casos y tras el conocimiento exhaustivo del trabajo realizado por los diferentes especialistas podríamos estar en condiciones de afirmar si vale la pena que los menores salgan del centro para recibir un tratamiento que, por otra parte, ya están recibiendo en él.
Son meses de formación para los profesionales de atención temprana.
