domingo, 30 de octubre de 2016

Atención Temprana. Nuevo curso, nuevos problemas

Un nuevo curso comienza y con el trasiego que lleva consigo la atención a niños con trastornos del desarrollo o riesgo de padecerlo del que la Consejería de Salud es responsable.
La publicación del Decreto por el que se regula la Atención Temprana (AT) en el mes de abril, no ha servido para despejar dudas sobre las deficiencias que muestra la Atención Temprana.
La Plataforma Andaluza de Atención Temprana creada por familiares de niños afectados no paran de denunciar las deficiencias del servicio: Listas de espera, escaso número de horas de tratamiento. Atención en grupo etc.
¿Cuáles pueden ser las causas de ello?. Intentaremos analizarlo por partes.
En el Decreto se crea las unidades de diagnóstico (UAT) para valorar a los niños susceptibles de recibir tratamiento, cuestión que antes estaba en manos de los CAIT. Estos ahora sólo realizarán función de tratamiento. Si bien es cierto que estas unidades (UAT) pueden aportar mayor homogeneidad en el diagnóstico, tiene la grave contrapartida de ralentizar el tratamiento, ya que en ciudades como Sevilla o Málaga o Cádiz contarán con dos, pero el resto de provincias todos los casos derivados tendrán que ser evaluados por una única Unidad. Si antes, que cada CAIT evaluaba a los suyos contaban con listas de espera, ahora el caos está servido.
Además el tratamiento depende directamente del diagnóstico, es decir el número de UMAT se establece según el diagnóstico ODAT en un esfuerzo, a mi entender estéril, por unificar los criterios de tratamiento. Es decir cualquier niño diagnosticado de TEA  tendrá derecho al mismo número de UMAT sea cual sea la situación personal y el curso de su trastorno. Que esto aporta homogeneidad, sin duda, pero olvida que las etiquetas, y el diagnóstico no es más que eso, tapan un montón de variables con las que cada individuo convive y que hace de su trastorno un aspecto único con individualidad en el tratamiento.
En el Decreto se sigue garantizando el tratamiento de niños de 0 a 6 años. Este tratamiento tiene la peculiaridad de ser socioeducativo. En este caso en qué se distingue del recibido en la escuela a los menores de 3 a 6 años escolarizados y que reciben tratamiento especializado en un aula de integración o educación especial?. Seguimos sin verlo claro, máxime cuando el tratamiento cada vez se da más en grupo y se impide que los padres puedan participar de las sesiones, como denuncia la plataforma andaluza de AT. A pesar de que manifiestamente no hay suficientes recursos, se sigue jugando a la baza más alta. Recuerda a la manera que nuestros políticos tienen de solucionar los temas complejos: el consabido "café con leche para todos".
Aunque confío en las personas responsables de solucionar los problemas de coyuntura técnica en atención temprana, sigo viendo casi imposible su solución porque nace viciado de base. No se quiere aceptar que los recursos son escasos y que la demanda cada vez es mayor. Los escasos recursos hacen que la asistencia no pueda ser de la calidad que podría ser, dado el nivel de los profesionales a cargo.
O se revisa el sistema con la humildad debida o la queja será un mal endémico y una manera de que quien pueda permitírselo busque respuesta en el tratamiento privado.