En los últimos días del mes de diciembre y los primeros de este mes de enero algunos medios de comunicación se han hecho eco de la posibilidad de que Salud recorte la edad de las subvenciones para recibir atención temprana a los cuatro años, con la consiguiente inquietud de los padres de niños con trastorno del desarrollo o riesgo de padecerlo. Según la información consultada Salud, aduciría que los niños tienen tratamiento en el centro educativo. Nunca faltan voces como la de la Sra. Carmen Linares del DDIAT Dr. Linares Pezzi, perteneciente al Instituto Psicopedagógico Dulce Nombre de María, que alegremente arremeten contra el tratamiento que se da en los centros: «Es un error pensar que la atención Educación Infantil suple la Atención Temprana, que debe verse como una actuación complementaria y vital porque los avances que se consiguen en los primeros años de vida con un año de trabajo, de mayores tardaríamos seis». «Los centros educativos normalizados no tienen recursos ni para cumplir con su propia misión y la Atención Temprana se entendía hasta ahora como un servicio de ayuda a la familia».
Expresar que los centros educativos no tienen recursos ni para cumplir con su propia misión es, cuanto menos, un craso error de concepto que denota falta de conocimiento, porque no creo que ningún profesional se exprese de esta forma sin estar movido por intereses particulares.
Quizás lo mejor sería hacer un detallado análisis de las aportaciones de Salud y Educación desapasionadamente para quien quiera conocer la verdad alejada de demagogias y titulares mediáticos.
Funciones de los CAIT en la Atención TempranaLos centros de atención infantil temprana forman parte de la atención educativa que presta Salud a la población infantil entre cero y seis años con trastorno de desarrollo o riesgo de padecerlo, y tienen como función el tratamiento psicoeducativo de tal población.
Esto significa proponer situaciones que posibiliten el desarrollo integral del menor.
Tratamiento en los centros educativos.
El tratamiento en los centros educativos se realiza a partir de una evaluación psicopedagógica a cargo de orientadores que son profesionales expertos en psicología, pedagogía o psicopedagogía, que forman parte de un equipo multiprofesional formado además por médicos, maestros en audición y lenguaje y en su caso trabajadores sociales, educadores sociales y maestros de compensatoria.
El tratamiento se hace en los centros a cargo de maestros especialistas en pedagogía terapéutica y audición y lenguaje, apoyados en tareas de autonomía e integración por monitores o educadores, en coordinación con el orientador de referencia de centro. Este tratamiento está basado en la superación de un curriculum que, a mi entender, es más completo que cualquier guía del desarrollo, por incorporar conceptos no al uso en su día como es Construir su propia identidad e ir formándose una imagen positiva y ajustada de sí mismo, tomando gradualmenteconciencia de sus emociones y sentimientos a través del conocimiento y valoración de las características propias, sus posibilidades y límites.
Concomitancias entre el trabajo de los CAIT y los centros educativos
- Se parte de una evaluación previa para conocer el nivel que muestra el menor.
- Se realiza un programa de trabajo donde se plasman los objetivos y actividades que queremos conseguir. En el caso de los centros, se llaman adaptaciones curriculares y abarcan la metodología, la temporalización y materiales necesarios además de los objetivos, actividades y criterios de evaluación.
- Se cuenta con la familia como medio de conseguir un mejor y mayor desarrollo de los niños y niñas atendidos.
- Cuentan con profesionales que han superado las barreras de control o selección impuestas por la administración correspondiente.
Diferencias
- Los CAIT tratan no sólo a la población infantil con trastornos de desarrollo sino a la que está en riesgo de padecerla. En los centros educativos sólo se trata a los que presentan el handicap, por lo que son considerados con necesidades educativas especiales.
- Los CAIT tratan a menores desde los cero años. Los maestros especialistas en necesidades educativas especiales intervienen, al menos por el momento, sólo a partir del segundo ciclo de Infantil, es decir a partir de los tres años.
- Los CAIT pueden contar entre su personal con fisioterapeutas. En educación no existe este perfil profesional.
¿Son intercambiables los tratamientos en los CAIT y en los centros educativos?
A la luz de las diferencias que hemos visto entre ambos no parecen intercambiables de forma automática, sobre todo en los casos de cero a tres años y en los que precisan intervención fisioterapéutica.
A partir de los tres años se precisa una atención más minuciosa de los casos. Comencemos por los diagnosticados de riesgo de padecer un trastorno. A los tres años ha dado tiempo de ver si ese trastorno se ha materializado o no. En el primer caso es lógico cambiar el diagnóstico por el trastorno concreto que presenta y en caso contrario darle el alta.
En caso de que el niño presente trastorno del desarrollo puede recibir tratamiento (y de hecho así lo hace) en los CAIT y en los centros educativos. En ocasiones el tratamiento en los CAIT impide una integración normalizada en los centros debido al desplazamiento que tienen que realizar, pues en ocasiones el CAIT está en otra localidad o hay que atravesar toda la ciudad en hora punta, con la consiguiente pérdida de asistencia a actividades claves para su desarrollo en el centro escolar. Pongamos un ejemplo para que se entienda mejor: Miguel debe acudir dos veces en semana al CAIT, su hora es de 10,30 a 11,30. Los padres deciden no llevarle al colegio porque no le daría tiempo ni de quitarse el abrigo, pues deben recogerlo, al menos, una hora antes para llegar a tiempo. Cuando vuelve al centro es la hora del segundo recreo y pasa directamente al patio sin haber creado conexión con sus compañeros ni su profesora. Miguel se ha perdido la hora de la asamblea donde se reconocen unos a otros, donde se ha trabajado el lenguaje, la orientación espacio-temporal, los conceptos básicos y, lo que es muy importante, donde se han reforzado los lazos de pertenencia al grupo, además de las tareas de desarrollo cognitivo, perceptivo-motriz y autonomía personal, y todo esto para hacer un tratamiento básicamente igual al que recibe en su colegio a cargo de los maestros especialistas en apoyo a la integración. A esto añadamos el estrés familiar por los continuos desplazamientos unido al absentismo laboral que conlleva ¿Es esto lógico? Es una pregunta para la reflexión.
Buscando una solución lógica
A tenor de lo explicado hasta el momento parece lógico que los CAIT deberían centrarse en los niños de cero a tres años y en aquellos con necesidad de fisioterapia por encima de esta edad.
Con el resto se debería hacer un estudio detallado de los casos. ¿Quién debería hacerlo? El organismo que esta en condiciones de ello es el EPAT (Equipo Provincial de Atención Temprana) pues a él pertenecen personas que pueden obtener la información pertinente de los tres ámbitos en los que se mueve o puede moverse el niño (Salud, Educación e Igualdad y Bienestar Social).
Sería suficiente con que la Administración tomara conciencia de las posibilidades que tiene de dar un buen servicio partiendo de las necesidades individuales. De esta forma no habría solapamientos e incluso se podría dar más y mejor tratamiento a la población que más lo necesita.
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