En los
últimos años se ha disparado el concepto de "déficit de atención" en los entornos
escolares hasta ser considerado un motivo de necesidad educativa especial. La
polémica entre si se debe considerar o no como enfermedad a base de fármacos
también está desatada
Pero, qué es
la atención y cómo funciona son aspectos básicos para saber a qué nos
enfrentamos.
La atención
es la base del conocimiento. Es preciso ser consciente del estímulo para que
podamos llegar a conocerlo.
La naturaleza
de la atención cambia con los años. En los niños muy pequeños la atención es
poco selectiva y se mantiene el tiempo justo en que el estimulo deja de ser
novedoso. Alison Gopnik dice que la atención en los bebés es semejante a un
viajero en un país exótico. Para él todo es novedoso, por lo tanto todo es
relevante. La naturaleza parece que apuesta porque el bebé aprenda mucho en
poco tiempo, para lo cual ha de estar siempre dispuesto a enriquecerse con cada
estímulo. Poco a poco la atención se vuelve más selectiva y aumenta el tiempo
de concentración. Ahora lo importante es atender aquello que aporte datos
realmente relevantes. Es posible que en los niños con TDAH esta maduración
cerebral no se dé normalmente.
Es preciso
conocer el patrón de la atención si queremos que nuestros pequeños aprendan adecuadamente. Cuando se trata de
niños muy pequeños hay que proporcionar materiales llamativos y diversos que
actúen activando la curiosidad del bebe. Paulatinamente estos materiales
deberán hacer posible, en la medida en que el niño va ampliando su capacidad de
concentración, una exploración más minuciosa, pero sin dejar de sorprender a
cada paso.
Siempre hay
que activar la curiosidad, base de la exploración que llevará al niño a
desarrollar su atención, que no es más que la ventana que lo abre al mundo.
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