Desde los años 90 las editoriales están teniendo, a mi entender, un protagonismo excesivo en el hecho educativo, tanto en el segundo ciclo de infantil como en educación primaria y secundaria.
Ahora también están llegando a la escuela infantil.
Los niños, sobre todo a partir de 2 años tienen material escolar propuesto por las editoriales al uso y que además incluye propuesta curricular y didáctica para el centro y el profesorado .
Valdría la pena analizar qué tipo de propuestas didácticas hacen las editoriales para nuestros niños de hasta tres años. Aunque quizás habría que empezar preguntándonos ¿es necesario que los niños de 1 y 2 años hagan fichas?
Según la mayoría de las tutoras de infantil a sus alumnos les encanta hacer fichas. Cabría preguntarse, dando por sentado que esto sea así, qué ocurre para que a los pequeños con necesidades perentorias de exploración del espacio y los objetos, desarrollo de su autonomía, descubrimiento de sí mismo y los demás, le sea tan gratificante este trabajo en el que tienen que estar sentados realizando la misma actividad en tiempo estándar.
Según la mayoría de las tutoras de infantil a sus alumnos les encanta hacer fichas. Cabría preguntarse, dando por sentado que esto sea así, qué ocurre para que a los pequeños con necesidades perentorias de exploración del espacio y los objetos, desarrollo de su autonomía, descubrimiento de sí mismo y los demás, le sea tan gratificante este trabajo en el que tienen que estar sentados realizando la misma actividad en tiempo estándar.
¿Qué aporta el trabajo estructurado para que sea gratificante?
Es cierto que las editoriales poseen grandes medios para hacer atrayente un material: colorido, diseño, materiales manipulativos como gomets, troquelados, etc., pero resulta difícil pensar que para un niño de , incluso un año, le resulte atractivo un papel de espacio tan limitado con el que tiene que interactuar de forma aún más limitada. ¿Entonces qué ocurre?
La situación estructurada provoca seguridad. En una situación donde cohabitan hasta 20 niños de 2 a 3 años o 13 de 1 a 2 años, las situaciones desestructuradas siempre son fuente de conflicto. Trabajar en su ficha garantiza que no debe disputar con nadie sobre ese objeto, que puede manipularlo sin lucha y si alguno se salta este principio el adulto responsable estará más alerta que en situaciones desestructuradas, pues el material de trabajo goza de una consideración especial.
Pero que esto sea un hecho no significa que esté bien. Cuando un niño elige realizar un trabajo estéril, alejado de sus necesidades primarias en lugar de hacer lo que su empuje evolutivo le demanda algo no va como debe.
Puntos de reflexión.
No pretendo pontificar pero sí aportar mi visión como punto de debate.
1º Los niños de 1, 2 e incluso durante, al menos el primer trimestre de los tres años, tienen unas prioridades evolutivas que no casan con la realización de una ficha por muy atractivo que sea el material.
2º Entiendo que las editoriales ofrecen un proyecto curricular y la programación de aula, pero no se debe perder de vista que lo importante es elegir una metodología ceñida a las necesidades reales del niño.
3º Por último y no por ello menos importante, comienzo a ver en el profesorado de infantil la misma angustia que veía en el profesorado de primaria por realizar todas las fichas que vienen en el método, quitándole tiempo a la propuesta abierta de exploración y construcción del propio conocimiento que debe llevar aparejado todo buen aprendizaje.
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