La Junta de Andalucía liberaliza el sector de la educación de 0 a 3 años (y nosotros pensando que esos aires se daban sólo en el PP).
En estos momentos el gobierno andaluz lucha en el parlamento por sacar una ley que perjudica a los menores y a sus familias que necesitan una plaza en una escuela infantil.
Para empezar el coste máximo de una plaza en E.I. 0-3 sigue siendo el mismo (278,8 con comedor por 8 horas de atención diarios o 209 sin comedor) desde hace 10 años, con lo que supone de esfuerzo para las pequeñas empresarias que deben atender a salarios dignos, calefacción, limpieza, comida, y todos los etcéteras que el cuidado de los más pequeños precisa.
Pero ahora la Junta cambia el sistema de convenios cuya duración era de 4 años, mediante los cuales el centro recibía el coste de cada plaza el cual era abonado por la familia y por la administración la parte correspondiente a la subvención según renta familiar. Esta responsabilidad compartida hacía que pudiese haber más vigilancia por parte de la inspección. Ahora la red de centros conveniados desaparece. Cualquier centro puede optar a que sus plazas sean subvencionadas ya que serán los padres los que pidan directamente dicha subvención y las aporten al centro. Pero atención dichas subvenciones sólo las podrán obtener si las piden durante el mes de abril, mes de solicitud de matricula. Si la madre se incorpora después a trabajar o el niño aún no ha nacido en abril no podrá obtener dicha ayuda. Además los centros podrán ofertar plazas con coste por debajo del precio máximo (278,8€).
¿Por qué decimos que este cambio perjudica a todos?
1.- El precio por puesto escolar venía ya muy corto debido a la subida de precios sobre todo de luz y catering para aquellas escuelas de empresarios modestos, pero que tanto mimo y cuidado ponían en el cuidado de los niños porque es su vida.
2.- Si además este precio se desploma sólo podrán ser competitivas las grandes empresas que pagan bajos salarios con el consiguiente detrimento en estabilidad laboral y atención personalizada de los pequeños.
3.- Los centros dejan de ser conveniados para ser llamados centros colaboradores con la administración. Deben tener un mínimo de requisitos, no sabemos cuales, y será por un año en lugar de cuatro. Es una buena manera de ir descartando a tenor de las denuncias de las familias sin ataduras para la administración.
4.- Para las familias que puedan optar será más difícil obtener una subvención que, por cierto al ser nominal tendrá que ser declarada a hacienda como aumento de patrimonio, vamos, lo comido por lo servido.
Por todo ello las escuelas infantiles vuelven a amenazar con una protesta porque ya no pueden tirar más del carro, y ven su impotencia para dar una atención de calidad a los pequeños.
Y en medio de todo este marasmo están los más vulnerables, los más pequeños. Parece que este gobierno no se da cuenta que atacan a la flor de la población en su edad más delicada, en la fuente de la personalidad del adulto que será. Miro con nostalgia las entradas en este blog en la que denunciaba el sistema de convenio más deficitario que el de concierto que sí goza la población de 3-16 años. Pero veo que estamos en un momento de precariedad tal que siempre se puede caer más y más bajo.
Queremos ser finlandeses en el PISA, queremos alardear de estudiantes bien preparados. ¿Cómo podemos ser buenos estudiantes si nos tratan como a ganado en nuestra más tierna infancia, cuando más atención y cuidado necesitamos?
Desde aquí insto a la comunidad educativa padres-tutores-directores a alzar la voz y decir un rotundo ¡BASTA YA!
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