La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices. (Albert Einstein)
martes, 1 de abril de 2014
¿Es bueno escolarizar a niños menores de tres años?
Existen voces divergentes en cuanto a la idoneidad de escolarizar a los pequeñines de la casa. Los partidarios de la crianza natural como el pediatra Carlos González se muestra abiertamente en contra. Esta es la idea que se practica en el norte de Europa. Sin embargo nuestra sociedad, cada vez más competitiva y consumista, hace cada dia más inviable que alguno de los progenitores se pueda quedar con su vástago en casa. Incluso si estan en paro, pues deben demostrar su disponibilidad horaria cuando pidan trabajo.
En este país se le llama conciliación familiar al hecho de que los niños puedan estar cada vez más horas en los centros educativos. Craso error. La conciliación familiar pasa porque los padres con hijos pequeños puedan pasar más tiempo con ellos.
En estas fechas en las que se abre el plazo de escolarización para el primer ciclo de infantil es el momento de plantearnos esta pregunta ¿Es bueno escolarizar a los niños tan pequeños o es simplemente un imperativo del modelo económico que vivimos?
Es cierto que la ratio en las escuelas infantiles es excesivo y no nos cansamos de decirlo. Supone un sobreesfuerzo para las profesionales a cargo y que antes o después pasa factura. Pero la experiencia nos dice que en algunas circunstancias tiene más beneficios que desventajas.
Estas situaciones son:
En niños muy sobreprotegidos, ya que en la escuela se les enseña a ser autónomos y a pedir lo que necesitan.Si la escuela es capaz de proporcionarles seguridad y amor el niño crecerá en autoestima.
Niños con déficit socio-cultural, pues la escuela es una fuente de estímulos y un lugar donde se observan unas rutinas de crianza que resulta muy beneficiosa para ellos.
En niños con cierto déficit en su desarrollo. Para ellos la escuela es un lugar donde poner en uso las habilidades que se les enseña en los centros de atención temprana asi como en casa. En estos casos la escuela es un medio normalizador donde se pone en uso las habilidades enseñadas y donde se aprende otras por mera imitación de otros niños. No hay que olvidar que la escuela es un medio enriquecido en estímulos, y por lo tanto excelente para quien necesita de esa estimulación.
Al menos en estos tres casos vale la pena ofrecer a los más pequeños la oportunidad de crecer junto a otros niños y a unos adultos que en muy poco tiempo dejan de ser extraños para ellos
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